Escrito # 24

Nehhuatl tlahcuilohua ipan amatl

“… Dios bendiga quien invento la cama, el colchón y al que las puso dentro de un hotel.”
Este escrito me llevó hacerlo no más de sesenta minutos, la historia, la historia, como 3 años, comprobando y dándome cuenta de que cada vez que lo pensaba era tan, pero tan cierto, que no tuve mas remedio que escribirlo, pararme de mi cama, que afortunadamente tengo y comenzar esto que estas apunto de leer.
Hablare de las camas. ¡Dios! Es tan grato estar en una cama, reconocemos en cualquier sentido la propia, no me dejaran mentir, es tan delicioso llegar y recostarse en ella, sentirla, olerla... ¡Carajo! Huele a mi, es mía, es mi cama, podríamos pensar, y si, es muy cierto es tu cama y lo mas probable es que este en tu cuarto. ¿Cuántas veces no habremos soñado en esa cama? Pero no me quiero adelantar, si bien esto habla de las camas, quiero abordar el texto sumándole una idea mas, una palabra de cinco letras, que para muchos la connotación de ambas palabras provocara reacciones de todo tipo en los lectores, pero no se apresuren, continúen leyendo, prometo que descubrirán algo mas. Si sumamos esto de la cama con lo del hotel, se forma una de las combinaciones mas deliciosas a mi parecer, píenselo bien y descubrirás que ye digo la verdad.
Al entrar a un cuarto de hotel, ya debiste haber pagado la cuota correspondiente; entras, ya es tuyo, pagaste por el por cierto numero de horas, nada ni nadie puede negar que dentro de ese próximo tiempo ese cuarto te pertenece, te encuentras afuera, no sabes que hay dentro, lo único seguro es que habrá una cama, puedes ir solo o acompañado y de lo único seguro que sabes, es que en ese cuarto habrá una cama.
Entras al cuarto, ese micro universo donde caben todas las posibilidades, vayas solo o acompañado te da la bienvenida, sea lo que sea vaya hacer, el lugar es desconocido por ti, no tienes idea de lo que podría contarte, tantas historias que guarda dentro de sus cuatro paredes y ahora tu, te conviertes en una mas. Todo es de cierta forma, es nuevo, lo cual produce en ti cierta inseguridad pero conforme te adentras en él, te conviertes en parte de ese lugar, en esta eternidad y tiempo.

Al principio del texto escribía que un cuarto de hotel (claro, con una cama) es de mis lugares favoritos, y si, reitero esa afirmación. Yo lo he hecho, he visitado un cuarto de hotel, tanto solo como acompañado y creanme que disfruto mucho más el hecho de estar solo en ese maravilloso lugar, es un micro universo donde todo puede suceder, esta apartado de todo, te asomas por la ventana y ves esa vida agitada y de carrera de todos los demás y tu como si estuvieras en otra dimensión, entre cuatro paredes, silencio absoluto, es tuyo y de nadie mas, y con el simple hecho de recorrer las cortinas te encuentras dentro de ese cuarto. Es un lugar donde te muestras realmente como eres, sin mas ni menos, sin mascaras, ni prejuicios: si quieres mentar madre y media, lo puedes hacer, insultara a quien sea, si te quieres pedorrear, lo puedes hacer, puedes hacer lo que se te plazca la gana, realmente eres tu, y no se diga cuando vas con alguien mas, específicamente hacer cositas perversas, a entregarse tanto amor; en ese punto es lo mismo, te muestras tal y como eres, desnudo, nada te cubre, eres TU, valga tanta redundancia. En ese lugar dices cosas que no dirías en otro, ni con tu mejor amigo en una cafetería, ni tertulia o alguna borrachera, el hecho de mostrarte realmente como eres hace que digas las cosas tal y como son, y si no me creen compruébenlo.

Después de pensar unas y sentir otras más, me di cuanta que en el hotel, se pueden disfrutar cinco de los placeres más ricos y deliciosos de la vida, específicamente en la cama, a excepción de uno. Empezare por la excepción, la cual es hacer del baño, no me dejaran mentir que a parte de que es una necesidad, hay veces que se siente muy bien, y en ese lugar estas solo, y lo puedes hacer, no hay nadie quien te vea o huela, puedes hacer cuantas veces quieras y tardarte el tiempo que quieras.
Ahora me enfocare a los otros cuatro capaz de realizarse en la cama. El primero es dormir, ¡Carajo! Es tan rico dormir, lo se, se puede dormir en cualquier lado, tampoco mentiré que la siestas en los micros y metro son tan ricas, pero no se comparan con estar en una cama, ya sea desnudo o con pijama, dormir es algo que seas quien seas disfrutaras al máximo, aun mas cuando estas cansado, pacheco o estresado te ayuda tanto, que volteo a mi cama, lleno de revistas y ropa que me dan ganas de acostarme de nuevo jaja.
El segundo va muy ligado al primero en cierta forma, el cual es soñar, es crear un mundo propio, otra realidad, donde tu eres Dios, lo que sueñes es voluntad, puede pasar lo que sea, desde volar, conocer a Mónica Bellucci, hasta morir quemado o ser una estrella de rock, todo puede pasar, imagínense ahora con un poco de café en tu sangre, ¡Dios! Es increíble jaja

Otro mas es comer, cuando entras al hotel, puedes llevar una pequeña mochila, lleno de los mas ricos manjares, papas, sándwiches de atún, tacos o lo que mas te guste, al igual lo de tomar, todo mientras quepa en tu mochila y depende lo que vayas hacer, puede ir desde jugo de naranja y vodka, agua quina, vino o cerveza, ya en la cama puedes comer como se te de la gana, de cabeza, con las manos, con la boca abierta, al fin y al cabo eres tu y nadie quien te diga algo y que mejor después de comer te eches un buen tabaco y termines con una siesta.

Ahora el ultimo de los placeres que disfruto en un hotel, y es el hecho de estar en la cama con otra persona, si, lo se, lo se, haciendo cositas perversas, haciendo el amor también, es algo tan placentero, tan natural, que… ¡Dios! Solo con el hecho de imaginarlo, es algo tan hermoso, un ritual lleno de vida, lujuria, pasión, sutileza, placer…. Amor. El hecho de entregarte a alguien mas, de mostrarte realmente como eres, sin mascaras, dos almas desnudas, dos cuerpos que terminaran en el cenit pasional.

Todo eso conjugado en un momento hacen de un día una experiencia grandiosa, pero es mas fuerte la sociedad, que posiblemente la mayoría de lo que escribí, estaría mal para muchos, dense la oportunidad, terminen de leer esto, salgan de su casa y diríjanse a un hotel, el mas cercano a su casa, pasen a la tienda, compren una cajetilla de su tabaco preferido, algo que comer y beber, si pueden lleven algo de música y penetren esas cuatro paredes, disfrútenlo, conózcanse, vean de que son capaces y no, piensen y sientan, descubran todas las posibilidades que puede haber entre esas cuatro paredes, no tengan miedo, podrían pasar ahí una hora, medio día o una semana, no sabrán hasta que salgan y creanme que será una experiencia realmente encantadora.

Yo lo hago a menudo, cuando necesito un espacio para reflexiona o descansar y no saben como me funciona…. “Dios bendiga quien invento la cama, el colchón y al que las puso dentro de un hotel.”
Ernesto Toledano

2 comentarios:

TheDarkLady dijo...

waaaaa tal y como me lo dijiste hoy!
no lo imagine de otra forma!!
aaa tan profundo!! no habia pensado en algunas cosas que dices, si es el estar solo, con tigo mismo es un espacio en donde nadie sabe de ti, ni lo que haces etc...
aaa prometo jajajaja ir a un hotel jajajajaja

gabiih Ü dijo...

yo no he experimentado eso, pero planeo hacerlo en cuanto tenga dinero por supuesto, en lo personal me gusta mucho compartir la cama con alguien especial, y estar solo ahi aocstados, separados o abrazados, sin necesidad de tener sexo, es muy bonito y muy reconfortable.
grandiosa entrada :D