La noche traía consigo un calor sofocante, el cual me obligo a dormir en ropa interior y sólo con una sábana tapándome. Incomodo, sediento y sin sueño, así me encontraba. Me movía constantemente intentando conciliar el sueño de hace dos días. Un escritorio, una lámpara y un librero era la vista que tenía en una cama con demasiados sueños e ideas que contar, yo seguía intentando descansar.
-No puedo- dije-
Así que me paré, prendí un cigarro y bebí del café ya frio que me había preparado horas antes; fui a la ventana abierta, la noche me invita a salir y refrescarme en ella. De pronto escucho que la puerta se abre provocando cierto temor a lo desconocido, volteo y no había nada, fuí al escritorio y prendí la lámpara con el fin de encontrar algo, giro mi mirada alrededor del cuarto y ahí, justo en la cama encontré a una mujer.
-Apaga la luz, deja el cigarro y ven conmigo- dijo sutilmente con su dulce voz.
Esa noche de viernes me invitó aquella mujer a dormir a su lado en el oscuro calor de mi cuarto. Ansioso por encontrarle sentido a la noche me acerqué a la cama aceptando la invitación, cierto calor llegaba a mí mediante el contacto físico con aquella extraña. La tomé de los muslos y me deje llevar por las emociones que sentía en ese momento, entregándome y dejando convencer……
Ahí estaba ella, dormida a mi lado como una sutil flor, notaba que descansaba relajada, fresca, yo en cambio seguía con el horrible calor nocturno que me sofocaba cada vez más, seguía sudando y la sábana me pesaba, pero estaba a su lado, pensar que minutos antes compartí algo más que la cama con aquella desconocida, la cual amé y que ahora odio por que no sabe quién soy yo.
¿Por qué tengo el presentimiento de que sabe algo que yo no?......
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