Recapitulaba el episodio que había llevado a cabo, seguía sin entender que es lo que estaba sintiendo, había sido partícipe de episodios más agresivos y violentos con consecuencias irreparables tiempo atrás pero ahora justo frente al espejo se mostraba vulnerable a su reflejo. Alzo la cara y vio como sus ojos comenzaban a cristalizarse y tornar un tanto rojos, alcanzo a ver como la pupila se dilataba poco a poco. No creía lo que estaba a punto de pasar.
Una pequeña lágrima broto de su ojo derecho, la cual secó con el dorso de su mano y dejo el incidente que minutos antes había ocurrido fuera de su mente y se enfoco en lo que estaba pasando justo en ese momento. No podía verse en ese estado, aguanto la respiración y tensó su cuerpo para que ninguna lágrima volviera a salir. Pero era en vano, aquella sensación se encontraba como volcán a punto de hacer erupción, no resistió más y fue directo a su habitación y cerró con seguro para que nadie entrara y se introdujo a su mundo.
Comenzó a caminar de un lado a otro, se encontraba ansioso, vulnerable, no conseguía tranquilizarse a la par que la tensión de su cuerpo no resistió más aquella sensación que estaba a punto de culminar en un gran estallido. No consiguió sostenerse más y aflojo todo su cuerpo incluso su alma, desmoronándose todo él, pensó que iba a desplomarse justo en el suelo, ahí mismo pero consiguió dar un par de zancadas hasta su cama la cual lo recibió en su plenitud como madre recibiera a su hijo, la cual sería testigo de aquel fenómeno que hacía tiempo no sucedía de esta manera.
Ahí, acostado con la cara hacía abajo comenzaron a salir lágrimas de sus ojos con una fluidez increíble, trato de controlarlas pero se dio cuenta que era en vano, habían aguardado, las lágrimas, pacientes aquel momento desde hace mucho; opto por aflojar aun mas su cuerpo y alma, se dejo llevar por el momento, al hacer esto parecía como si todo su ser fuera un volcán, las primeras lagrimas eran sólo una minúscula parte de todo lo que habría de sacar con una fuerza como si estuviera en erupción.
Una gran explosión comenzó en su interior a la par que soltaba un grito hacía su interior trayendo consigo una cantidad increíble de recuerdos que se vertían hacía el exterior en cada lágrima derramada las cuales seguían brotando con gran intensidad que ya no alcanzaba a sentir sus ojos, había rebasado su umbral, ya no le importaba nada más que sacar todas aquellas lágrimas que habían estado arraigadas en su interior.
Los recuerdos y pensamientos que eran vertidos en aquellas gotas que brotaban desde el fondo de su interior primero pasaban por si alma y corazón, algunos de ellos lo suficientemente tristes como para llorar por la eternidad, recuerdos de su pasado salían disparados hacía el exterior. El se mantenía inmóvil. Aquel cuadro, si alguien hubiese llegado a ver aquella impresionante conjugación de emociones se sumaría a su llanto.
Transcurrieron un par de minutos pero para él parecía la eternidad o mínimo los más de 20 años que había vivido debido a la cantidad de recuerdos que sacaba. Poco a poco fue tranquilizándose, su respiración dejaba la ansiedad de lado y su cuerpo volvía a recuperar el tono normal. El cuarto se lleno de silencio, solamente se alcanzaba a escuchar los latidos de su agotado corazón que segundos antes había estallado. La última lágrima que brotó de sus ojos hubiera tenido un mejor final pero simplemente se fundió con la funda de la almohada que se encontraba en la parte donde descansaba su rostro.
Cerró los ojos apretándolos para evitar que éstos se hincharan, fue en bano. Colocó sus manos a la altura del pecho y flexionó sus rodillas lo mas que pudo tratando de acurrucarse. La inmensa cantidad de sentimientos que había expulsado ya no se encontraban. Una tranquilidad comenzó a inundar cada rincón de su cuerpo, no pensaba, no sentía, ya no tenía nada, simplemente era él.
Una sonrisa de satisfacción se dibujaba en su boca mientras las lagrimas que había derramado se secaban lentamente, y así se quedo dormido.
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