Voy caminando por una calle del centro, lugar que frecuento con regularidad para ir a caminar y despejarme por la versatilidad que ofrece. Siempre es la misma calle, llevo en la cabeza la idea de hacer una sesión para un proyecto fotográfico. De pronto al otro lado de la calle veo aquella casa que me atrapa inmediatamente, es perfecta para la idea que traigo. Cruzo la calle para verla más de cera y preguntar qué debo de hacer para poder tomar fotos ene se lugar. Me acerco a la puerta y llamo a ella, pasan tres minuto y no responden, vuelvo a tocar y a los pocos segundos sale un pequeño como de ocho años aproximadamente y se me queda viendo; le pregunto si no hay nadie un poco más grande que pueda salir porque tengo unas cosas que preguntarle sobre si casa. No contesta. Le vuelvo a preguntar si sólo está él y sigue sin responder. Pero justo cuando las primeras palabras van a salir de su boca me despierto.
Nunca he dado tanto énfasis a los significados de los sueños, me gusta soñar y disfruto hacerlo, ya sea dormido o despierto. Tiempo atrás éstos eran diferentes pero desde aquel accidente que tuve hace tres meses no hay día que no tenga este mismo sueño. Lo he dibujado, escrito; me sé de memoria hasta el más mínimo detalle. Lo he analizado pero no le encuentro nada trascendente. He pensado ir seriamente con un psicólogo o intérprete e sueños para escuchar sus opiniones pero aun no estoy tan desesperado.
El otro día iba con la idea de tomarme algo en el Café La Habana en el centro. Caminaba sobre Bucareli rumbo al establecimiento cuando me di cuenta que ya no me quedaban cigarros, busqué alguna tienda o de esos puestos sobre las banquetas pero no había nada así que me desvié un poco para buscar dónde comprar.Caminé un poco y después de varios minutos de hacerlo me di cuenta que estaba en la misma calle de mi sueño. Cómo no voy a reconocerla si tengo en mi mente hasta el más mínimo detalle. Sabía que era la calle. Miraba fijamente las fachadas de las casas y ahí, a doscientos metros sobre la otra acera estaba la misma casa de mi sueño.
¿Estaré soñando? –me pregunte-
No sabía si correr hacía ella o alejarme. Por una reacción algo impulsiva me acerco a ella, toco la puerta para ver si alguien responde, pasan tres minutos y nada… Todo va justo de la misma forma. Vuelvo a tocar y a los pocos segundos sale un niño, el mismo niño sólo que ahora su aspecto era más pálido. Le hago las mismas preguntas y ahora si responde.
-No hay nadie, mis papas están trabajando y llegan tarde. Está mi abuela pero no puede salir
Le pregunto si cree que haya algún problema si un día viniera a tomar fotos, a lo cual me dice que no.
-Lo único malo es que en mi casa se aparece un fantasma.
Algo incrédulo y creyendo que era una broma del niño para que pudiera tomar las fotos le dig. No importa, hay fantasmas amigables y que platican.
Lo sé –respondió—
Su respuesta me dejo sin palabras por la certeza con la que la dijo. -Entonces dices que hay un fantasma, ¿Cómo es él?
Guardo silencio por un momento y mientras cerraba la puerta me dijo
-Eres tú-
2 comentarios:
Heeei que buena historia!!! me encanto
Muchas gracias Merch
te recomiendo que leas esta, me gusta mas jeje
http://tolesite.blogspot.com/search?q=El+dibujo
Saludos!
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