Realidad alterna.

Siempre, o casi siempre, por alguna razón aparece, generalmente de manera virtual. Llega a mí esa realidad alterna, inexistente de la cual en primera instancia la siento ajena, pero que en el fondo el Saudade hace acto de presencia y genera cierta añoranza. Como si alguna vez hubiese sido parte de ella, formado parte de mi persona; y que fui yo quien decidió no fuera así.

Dejando de lado la categoría idílica a la cual podría pertenecer, me doy cuenta que la diferencia aún sigue presente y el hecho de contextualizarla en el presente sigue chingándome la existencia, por jugar (y adjudicarme) el rol social que justamente me hace llevar la diferencia, la excepción, como bandera que es defendida a capa y espada.