Luna

Al verte aquella noche pareciera como si tu luz fuera una fuente de energía que me recargó y levantó del letargo en el que posiblemente me encontraba. Tú, allá a lo lejos me recordaste el significado de una sonrisa, de cómo vivir de una forma sencilla, sin paradigmas ni nada que importara más que el hecho de ser feliz.

Sí acaso todos volvieran a encontrarse a sí mismos, volver a reír, a brincar sobre un charco después de la lluvia. Pero es difícil, se tienen que hacer cosas para poder seguir en esta sociedad y llevar su ritmo. Y tú allá tranquila, brillante, alumbrando mi noche al voltearte a ver, sé que eres real, que estás aquí; quizá un poco lejos de mí pero no inalcanzable. ¿Acaso me dejaré llevar por los aires para alcanzarte, quitar los pies de la tierra y volar hasta tu lado? No lo sé, he de confesar que cierto miedo me invade al pensar en una incertidumbre de lo que pueda pasar, incluso al sentirlo, pero que de igual forma me provoca algo tan agradable que me impulsa en lazarme por los aires.

Mientras no sepa que es lo que me detiene seguiré mirándote por las noches, dejando que tu vibra y energía me recuerden la grandiosidad de lo sencillo que es vivir, de recordar lo que alguna vez fui y que sé aun se encuentra dentro de mí ese espíritu que con el paso del tiempo he guardado en el fondo de mí.

Por ahora me dispongo a dormir, a soñar que tu luz brilla y me indica el camino para llegar a tu lado.