Tardes de café

Siempre es grato pasar algún tiempo con alguien a quien se  estima, más aun cuando podemos compartir más que una taza de café en cualquier lugar.  ¿Cuántas veces hemos platicado de algún tema y lo dicho logra trascender en nosotros? Una plática da tanto de una persona, nos ayuda a  conocer más a ésta,  y a nosotros mismos, tanto en la forma de pensar como de sentir. 

Con quien platiquemos, a menos de que sea un sofista, muestra  lo que es y lo expresa mediante palabras. Uno puede dejar que lo hablado entre por un oído y salga por el otro, o por el contario, dejar que se quede dentro. Depende de lo que uno quiera.

Recuerdo cantidad de pláticas acompañadas de café, la mayoría de ellas trascendentes, reitero, todo mundo tiene algo que compartir y enseñar. Se logra quitando etiquetas, paradigmas, moral, barreras; simplemente escuchando a la otra persona y dejando que todo simplemente sea.

Existen pláticas que se tornan a un debate e incluso discusión si los puntos de vista difieren, pero también se crea una retroalimentación increíble de esto.  Al igual que estar completamente de acuerdo y aprender algo nuevo, como sucede la mayoría de las veces.

A partir de pensar en esas cosas, me tomé la libertad de que después de alguna plática transcriba algunas de las ideas compartidas que me gustaría compartir con ustedes. No importa,  la conversación puede ser por la mañana, tarde o noche. En un OXO, cafetería, sanborns o en la calle. El contexto pasa a ser secundario y la atmósfera se convierte en algo mágico.

Estas futuras entradas, se llamaran “Tardes de café #” Ya han pasado varias, que si me pusiera a escribir acerca de ellas…Pffff , mejor comencemos ahora.

Así que vayamos a tomar café!!