Nota personal
- Cada uno de nosotros tiene su destino decidido por los dioses. Para algunos hay signos claros de buena fortuna, mientras que a otros les esperan dolor y desdicha. Uno cae en la categoría del Destino Sombrío, el destino que los dioses ha dejado incompleto. Mi día es el cuatro y mi signo, Ollin, el movimiento. Los dioses no determinan el destino de los nacidos bajo este signo, porque el movimiento es variable y cambia de dirección muchas veces. Está bajo el control de Xolotl, el mellizo malévolo de la Serpiente Emplumada. En ciertas épocas del año se ve el lado oscuro de Xolotl brillando en el cielo nocturno, mientras que el lado claro de la estrella brilla por la mañana. Se dice que los que nacen bajo el signo del movimiento cambian frecuentemente su camino en la vida y a menudo se convierten en otra cosa.
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1 comentario:
Me llamó la atención Xolotl y busqué info, no conozco nada de la mitología mexicana. Me gustó saber.
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