Esta tarde platiqué con tu silencio


Esta tarde platiqué con tu silencio, le conté tantas cosas, que mis ojos por un momento (no lo podía creer) se quisieron llenar de lágrimas que él mismo se ocupo en evitar que salieran. Le conté de los errores que había cometido pero que ya no tienen trascendencia, el se comportaba sutilmente, me dejaba hablar libremente, él sólo escuchaba.

Recordamos momentos en los cuales yo lo rechazaba por querer escuchar tu voz, me volví a dar cuenta de que realmente ya no estas, que no eres mía y que tal vez él, el silencio, sería por largo tiempo el único recuerdo que quede de ti. Le ofrecí un cigarro el cual rechazo para hacerme entender que mi vida se escapa como ese humo exhalado, que mi soledad soy yo en compañía de él.

Esta tarde platiqué con tu silencio, inútilmente espere una respuesta que nunca llego, pedí que me engañara, pero fue crudo como la realidad en que vivo acompañado de èl. Posiblemente fue mi culpa el haberlo convocado por querer hacerme sentir no tan mal, lo cual fue contraproducente ya que sólo provocó que me acordara de tantas cosas de las cuales ya no hay marcha atrás y hacerme caer en razón de que ahora ya eres libre.

Tu silencio, tu no presencia se hace visible, pero más vale que no me importe y siga con mi vida, que no importa que haya sido consciente que yo te haya perdido, que quizá odies un poco el recuerdo que tengas de mi. Me reprocho el no haber omitido cuando debí hacerlo y el no hacerle caso cuando me quiso decirme algo más: que no regresaras. Me convenció de seguir luchando por ser alguien en la vida,  seguir de frente. Yo ya no soy dueño de esos sueños, de esos suspiros y risas que en un falso espejo se han estado desmoronando poco a poco como el cigarro que me fumaba y como tal, llegaría el punto en que se consumiría todo y quedará como un punto más a la lista de fracasos que guardo como recuerdos para mi vida. que ya no tenía caso guardar ese beso que aún tenía para ti y que quedara impregnado en la eternidad de mi almohada.

Esta tarde platiqué con tu silencio para sólo hacerme entender que las heridas nos recuerdan que el pasado existió. el cigarro se acabó y cerré los ojos, al abrirlos estaba sólo; tu silencio se había ido con la última voluta de humo hecha, junto con el, todo lo que tenía....

No hay comentarios: